Hay varias razones por las que uno se puede poner nervioso: por la insultante reflexión humana, por la velocidad de la vida, por los sueños. Y bajo todas esas posibilidades me gusta la atracción lunar de los cuerpos, me sigue gustando la música de Sabina como no tienen una idea, me gusta desvelarme a gritos sordos, a cuentagotas de las redes sociales. En todo sentido hay temas frustrados y temas frustrantes que han llegado a mi vida,pero de ahí a rendir cuentas serias para arrancar del alma lo atroz o lo excesivamente bello es una brecha que se puede equilibrar.
Tiene un diez quien realmente pueda descifrar lo anterior, y como es costumbre, tanta alegoría distrae es como ver la Catedral de Zacatecas, tanto afán, tanto de todo que te estremeces al admirar, así se leen a veces mis textos, con toda vicisitud a poco derroche las llamas de enciendes más con dos gotas de agua. Bella naturaleza.
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