Dicen por ahí: "El cansancio es una ventana que nos permite saborear los logros". Tienen razón. Pero a estas alturas, el trabajo constante y el optimismo de calidad que nos permite seguir haciendo más es un aliciente de fuerzas vivientes, amadas y corroídas por el cotidiano espectro de los días que pasan, esos días que que respiramos a "limpia pulmón". Y el estar satisfecho como dice el eslogan de aquel dulce: "No lo cambio por nada". Como lo decía en entradas anteriores, ya salió el libro de "A tu figura mis pensares", un día de estos le dedicaré una entrada exclusiva para desmarañarlo, contar parte de su vida. Y en lo que eso paso, les dejo algunos links de imágenes que he compartido -sobretodo el Twitter y FB-:
No hay comentarios:
Publicar un comentario