El artista que por medio de sus pinturas intenta ordenar el caos de la vida

Por David Solís   febrero 22, 2017  @David_Solis

“La finalidad del arte es dar cuerpo a

la esencia secreta de las cosas,

no el copiar su apariencia”.

Aristóteles

Cualquier expresión artística es un acto de comunicación que abreva la evolución humana, de la mano de los contextos modernos. La creatividad y la conexión intercultural aún son elementos clave para la creación de mensajes directos por medio de las artes. Quienes se encargan de evidenciar la cultura que se vive en la actualidad, son artífices optimistas que saben del poder del lenguaje y su explotación, franca esencia de la realidad.

Hugo Navarro es un artista mexicano al que le gusta experimentar en sus pinturas. Matizando la realidad a través de trazos críticos, forzados al entendimiento de lo que vive, y logra incluir, casi siempre, con tinta sobre papel, un mundo sensorial que germina para ser aprovechado por un público reflexivo. Su percepción del arte moderno la encuadra en una categoría postiza que refiere del arte de posguerra y el arte de mediados del siglo XX. Luego del arte postmoderno, conceptual, post-conceptual, contemporáneo, etc., prefiere hablar del arte actual:

 “Hoy como nunca, gracias a los nuevos medios que los creadores tienen a su alcance, el artista tiene acceso a tanta información capaz de manejar, está en contacto en ‘tiempo real’ con cualquier colega de cualquier rincón del planeta con el que desea comunicarse, está ‘al día’ de las últimas tendencias en el arte. La manera de percibir y digerir su realidad está mutando y enriqueciéndose de manera constante, lo que le otorga una gran riqueza de recursos para desarrollar de forma ideológica o conceptualmente su obra. En cuanto a materiales, tiene todo a su alcance gracias al sistema de mercado”.

“Realmente no pienso en un estilo cuando trabajo. Uno no piensa ‘ahora voy a hacer una pintura cubista o no, mejor impresionista’. No, pienso que los estilos son un sistema que usan los historiadores, críticos y curadores, sólo para ubicar y clasificar o establecer identidades entre las obras y los artistas. Aunque distintas personas han clasificado principalmente mi obra gráfica como expresionista, pero eso en realidad no dice mucho”.

El artista reconoce que estamos en un estado de transición en la manera de percibir nuestra realidad. En cuanto a la crítica del arte menciona: “está siendo rebasada por mucho. No hay críticos reales, se deben renovar o sustituir paradigmas para poder subsistir como tales. En cuanto al mercado del arte, sigue igual de retrógrado, con sus pretensiones, con sus mafias, quizá fortalecidos por el sistema económico-político en turno pero nada nuevo”.

El arte permite un enorme crecimiento humanista, un acceso inabarcable al conocimiento, y una gama infinita de posibilidades, gracias, en parte, a los nuevos medios de comunicación y del uso que se les da.

Una de sus colecciones llamada “Criaturas de tinta sobre papel” surge a partir de la mancha: está la hoja en blanco —la nada—, entonces de una manera casi catártica y caótica empiezan las pinceladas de tinta, las manchas sugieren formas, ideas. Con la misma tinta, pero ahora al usar una plumilla, se establece un orden, por así decirlo, a través de la línea, estructurando el espacio, siempre en busca de un equilibrio, un orden; trata de crear un orden en el caos, en esto consiste la creación. Las criaturas son, entonces, un pretexto.

El artista Hugo Navarro considera que siempre se requiere de una atención constante y actualizada de eso que llamamos educación artística, pues se ha dogmatizado mucho, y debería ser una preparación humanística más completa, sin los estereotipos creados y ya por demás gastados del “sistema del arte” en la actualidad. No ve de ninguna manera negativo el uso de nuevos medios para la producción, difusión, consumo y la formación en el arte; al contrario, genera una infinidad de posibilidades tanto para la creación como para el consumo, además de crear nuevas maneras de percepción y apropiación de la realidad.

“En cuanto al recibimiento de mis creaciones me tengo que ceñir a los formatos habituales referentes al espacio, o al medio en el que necesito exhibirlos, así como a los materiales por más alternativos que pretendan ser: siempre están determinados por el espacio, el medio en el cual se planea manifestar la obra”.

A Navarro le gusta experimentar de una manera más conceptual al usar indiscriminadamente técnicas, medios y materiales como soporte para análisis sistemáticos de procesos y estructuras, tanto naturales como culturales. Sus proyectos son, a veces, analogías regidas por sistemas de signos, y en otras una crítica o un cuestionamiento sobre la función del arte mismo y su lugar dentro de este sistema.

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