Efecto #Edu | Por David Solís Sánchez
No es sólo la predicción. Es el futuro que corre más rápido, que nos envuelve y poco a poco delega responsabilidades que caen como baldes de agua fría: a sorpresas y resquicios de confrontación. Advierto que dejo de lado los referentes ficticios salidos de las historias de Asimov –aunque me obligue la mano a mencionarlo siquiera- y me concentraré en la esencia de una educación dinámica, de posibilidades y buenas experiencias.
No fue lo mismo cuando estudié los niveles educativos básicos. Y hasta me cargo unos años más con sólo decir: “Antes, todo era diferente”; me convierto en el ladrón múltiple de todas las frases de los abuelos. Los salones que pisé usaban tiza y un pizarrón verde blanquizco, los maestros hablaban horas, había una sesión específica de “Computación”: sólo un ordenador para más de treinta curiosos, nos conformábamos con pasar al frente a oprimir “enter”, porque eso sí, el mouse nadie lo controlaba. Pero todos felices y realizados, con honores nos amistábamos con aquel teclado, lo que había en pantalla en realidad no importaba: presentaciones mal encausadas con letras y letras.
Hubo una clase que, tal vez analizando, ha sido memorable y me pasmó. El maestro de geografía arribó al aula, con una grabadora y un proyector de diapositivas. Se apagaron las luces, y en ese fondo blanco una secuencia de imágenes brillantes donde terminé enamorándome de los mares, litorales y de bellos crustáceos. De fondo reproducía un cassette con la voz del profeexplicando lo que paría la pizarra. Tenía capacidad de asombro.
La retrospección permite la analogía, los estudiantes modernos han nacido con la ventaja de las nuevas tecnologías: descifran de inmediato las funciones de un celular, les gusta la multimedia y la interacción en tiempo real.
Esto hace alusión a lo que menciona Álvaro Carvajal (2006) en su texto El enfoque evolucionista del cambio tecnológico: “Thomas Hughes (1967) habla de impulso tecnológico, el cual se presenta como alternativa entre el determinismo tecnológico y el constructivismo social. Para él, los sistemas tecnológicos (que comprenden tanto lo social como lo técnico) están en constante evolución, a veces son causa, a veces efectos, en ocasiones configuran la sociedad, en otras son configurados por ésta. La interacción entre tecnología y sociedad no es simétrica a lo largo del tiempo (119), la preponderancia de una u otra depende de la época”.
Cada década tiene un tinte específico, justificando nuestros días actuales contribuimos a ese impulso tecnológico, y a veces a la dependencia. McLuhan un día habló de su aldea global y permeó en esencia esta interconexión mediática que nos pone a todos en el mismo lugar. La web y las telecomunicaciones ejecutan las acciones de nulas distancias. Los medios como una extensión del cuerpo humano, así lo mencionaba Marshall McLuhan. De inmediato pienso en las necesidades creadas, adicciones interminables y la dependencia interactiva.
Ya no es la televisión y radio educativa solamente, o los libros tradicionales –aunque siguen siendo importantes y necesarios-, es la forma en que vemos los contenidos, el lugar donde los vemos o escuchamos, son los momentos y el acceso. Eso nos trajo el ordenador y el internet. Lo que tratábamos al inicio de aquellas clases que tenían innovaciones crecientes según los contextos, ahora se traducen a una compatibilidad de un proceso como este:
El e-learning convencional está cambiando. La palma de mi mano es touch. La he convertido en una extensión de mi cuerpo, al mismo estilo McLuhan. Tengo un móvil de doce por seis centímetros y en él hay un mundo e incluso una escuela virtual, tal como la podría ver en el ordenador, la diferencia es que es muy cómodo. Hace poco fui partícipe de una conferencia donde el ponente no llegó por el tráfico y desde su automóvil, con ayuda de su celular transformó lo planeado en una videoconferencia. Ejemplos hay muchos más. La tendencia está en el U-learning (Formación Universal) que es un “conjunto de actividades formativas, apoyadas en la tecnología, que están realmente accesibles en cualquier lugar y desde cualquier dispositivo” (Fernández, 2010).
Definitivamente nos viene bien el uso de estas herramientas. Sin duda la posteridad nos traerá muchas más elocuencias educativas, el principio del aprendizaje a través de la evolución (desde un cuaderno y lápiz hasta un Smartphone o tableta electrónica) de la presentación de los recursos de enseñanza que sigue en pie, me gustan las ventajas al respecto; sin embargo, aún con el superdispositivo de conexión más rápido y completo del planeta, si no se planea correctamente una actividad o no hay un fundamento pedagógico de aplicación, no valdría la pena ser tan “innovadores”.
REFERENCIAS:
Comprender los medios de comunicación: las extensiones del hombre.http://mmcluhan.galeon.com/ Consultado el 6 de marzo de 2013.
Carvajal, Villaplana Álvaro. El enfoque evolucionista del cambio tecnológico. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIV (111-112), 129-141, Enero-Agosto 2006
Fernández, Gómez Eva (2010) U-Learning El futuro ya está aquí. México, Alfaomega.
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